Si tienes un producto o servicio de alta calidad, con bajo precio y una buena comercialización internacional, ¡felicidades!… Has logrado dotarte de esa “salsa secreta” que asegura el éxito y no pararás de crecer, ¡no sigas leyendo! 🙂
En caso contrario, no te preocupes, lo puedes lograr y la exportación es uno de los caminos más interesantes para lograr el éxito empresarial.
Normalmente, suele producirse en un ciclo (con una duración aproximada de 2 a 5 años), conforme a las siguientes pautas:
1.- Decisión de exportar y análisis interno (esta etapa suele llevar entre 1 y 3 meses):
Implica un interés de toda la organización, empezando por el compromiso de los socios/propietarios que han de guiar a todo el equipo; a partir de ahí, llega el momento de hacer un diagnóstico propio de la empresa/producto/servicio que se puede realizar -a medida-, a través de una asesor o, en su defecto (y más impreciso, por genérico) a través de herramientas on-line (una fuente interesante, como guía básica es Globaledge).
2.- Preparar la organización y el equipo/RR.HH. (esta etapa suele llevar entre 6 y 12 meses):
Catálogos y página web, manuales, empaquetado, transporte, precios, cotizaciones… deben de adaptarse a los estándares internacionales y mercados objetivo.
3.- Análisis externo y decisión de entrar a 1 ó 2 mercados de prueba (esta etapa puede simultanearse con la anterior): Comparativa con otros competidores de nuestro sector y estrategias de entrada dirigida a esos mercados objetivo: Acceso, potencial, riesgo, acción!.
4.- Análisis de esos mercados de prueba y reconducción de las acciones realizadas (esta etapa suele llevar unos 12 meses).
5.- Ampliación a otros mercados y nuevos reajustes a todos los niveles (entre 5 y 33 meses):
Marketing (web, catálogos, ferias y eventos), Ventas (mejoras de los canales, nuevas estrategias, mercados electrónicos), Operaciones (mejoras logísticas y de producto/servicio), Personal (reorganizaciones técnicas del equipo en función de las necesidades del mercado).
La exportación implica una cierta complejidad, así como un aumento de la inversión y sensación de “pérdida de control” (no es lo mismo llevar el tablero de control de un mercado nacional que de otro de mayor superficie y complejidad) PERO, por otra parte, nos puede traer muchos beneficios, por ejemplo: Aumento del conocimiento de nuestro sector, crecimiento de las ventas y del número de clientes, reducción del riesgo país y aumento de nuestra competitividad, mejora de la imagen y credibilidad corporativa, mayor capacidad para optimizar economías de escala, etc.
Es cuestión de compromiso con el proyecto exportador, buenas soluciones, paciencia, esfuerzo y sistemas: Si quieres saber más técnicas, no dudes en contactarme o seguirme en las redes sociales.